HE DESPEDIDO A MI SECRETARIA
Hace dos semanas cumplí los años. Cuando me levanté esa mañana no me sentía bien, pero tenía la esperanza de que mi esposa me cantara Feliz Cumpleaños y tratara de sorprenderme con un regalo, pero ni siquiera me dio los buenos días. Mis hijos se sentaron a desayunar, pero tampoco se acordaron...
Llegué muy deprimido a mi oficina, pero al entrar mi secretaria gritó: —¡FELIZ CUMPLEAÑOS!
Me sentí un poco mejor, por lo menos alguien se acordaba de mi cumpleaños. Trabajé normalmente, aunque, para mi tristeza, ninguno de mis amigos ni allegados me llamó para felicitarme.
Cerca del mediodía, mi secretaria llamó a la puerta y me dijo: —¿Por qué no almorzamos juntos?
Le dije que era la propuesta más hermosa que había recibido ese día y acepté. Escogimos un restaurante acogedor y nos tomamos unos tragos. Todo estuvo delicioso y nos divertimos bastante.
De regreso a la oficina mi secretaria me dijo: —En este día tan especial, ¿para qué regresar a la oficina tan temprano? Vamos a mi departamento y sigamos pasándola bien.
Le contesté que tenía razón y que fuéramos nomás a su departamento a disfrutar de unos tragos más.
Una vez en el departamento, me dijo: —Si no te molesta, quisiera ponerme más cómoda.
Emocionadísimo le respondí que no había ningún problema. Y, hummm..., dentro de mí pensé que después de todo podría ser una experiencia interesante.
Ella entró a su habitación y unos minutos más tarde salió con un gran pastel de cumpleaños. Y atrás venían mi esposa, mis hijos, mis familiares y amigos, todos cantando HAPPY BIRTHDAY TO YOU....
Y ahí estaba yo..., parado con la boca abierta en medio del living, completamente desnudo y ni siquiera una excusa a mano para cubrirme...
Colaboración de Manuel Eduardo
(Desde Mar del Plata, Provincia de Buenos Aires, Argentina)
Llegué muy deprimido a mi oficina, pero al entrar mi secretaria gritó: —¡FELIZ CUMPLEAÑOS!
Me sentí un poco mejor, por lo menos alguien se acordaba de mi cumpleaños. Trabajé normalmente, aunque, para mi tristeza, ninguno de mis amigos ni allegados me llamó para felicitarme.
Cerca del mediodía, mi secretaria llamó a la puerta y me dijo: —¿Por qué no almorzamos juntos?
Le dije que era la propuesta más hermosa que había recibido ese día y acepté. Escogimos un restaurante acogedor y nos tomamos unos tragos. Todo estuvo delicioso y nos divertimos bastante.
De regreso a la oficina mi secretaria me dijo: —En este día tan especial, ¿para qué regresar a la oficina tan temprano? Vamos a mi departamento y sigamos pasándola bien.
Le contesté que tenía razón y que fuéramos nomás a su departamento a disfrutar de unos tragos más.
Una vez en el departamento, me dijo: —Si no te molesta, quisiera ponerme más cómoda.
Emocionadísimo le respondí que no había ningún problema. Y, hummm..., dentro de mí pensé que después de todo podría ser una experiencia interesante.
Ella entró a su habitación y unos minutos más tarde salió con un gran pastel de cumpleaños. Y atrás venían mi esposa, mis hijos, mis familiares y amigos, todos cantando HAPPY BIRTHDAY TO YOU....
Y ahí estaba yo..., parado con la boca abierta en medio del living, completamente desnudo y ni siquiera una excusa a mano para cubrirme...
Colaboración de Manuel Eduardo
(Desde Mar del Plata, Provincia de Buenos Aires, Argentina)
Etiquetas: HUMOR