viernes, noviembre 20, 2009

UN LOGRO INMENSO



Cada granito de arena en sí parece insignificante, pero adquiere dimensión e importancia cuando se une a otros. Las grandes playas de nuestro Atlántico Sur son ejemplos palpables de lo dicho. "La unión hace la fuerza". Y unidos tras un mismo propósito podremos lograr, entre todos, salvar a las ballenas que son eliminadas por barcos balleneros japoneses. Las colonias de ballenas del Atlántico Sur han sido diezmadas sin piedad. Nuestras costas sureñas son privilegiadas, pues reciben la simpática visita de magníficas ballenas que atraen la atención y afecto de miles de turistas del mundo entero, pero de no frenarse el exterminio de estos animales vamos a tener que conformarnos con recordarlas viendo fotografías o filmaciones, pues desaparecerán por completo. Nuevo Sol pone a disposición de sus lectores el último informe de Greenpeace conteniendo mayor detalle de lo que se está haciendo y se ha logrado en resguardo de las ballenas...

Japón, a un paso de detener la caza de ballenas.

Luego de más de 35 años trabajando contra la matanza de ballenas estamos a punto de conseguir uno de los mayores logros: que el gobierno japonés termine con la mal llamada “caza científica”.

Desde 1986 denunciamos la matanza que año a año la flota ballenera japonesa continuaba realizando detrás del disfraz de un programa “científico”. Siempre insistimos con que la caza de ballenas, además de ser un crimen ambiental, es económicamente injustificable ya que el consumo de carne de ballena es casi inexistente y absolutamente innecesario. La actividad se financiaba hasta hoy con subsidios estatales, con lo que los únicos que se enriquecían eran los balleneros a expensas de los impuestos del pueblo japonés.

Por exponer la corrupción del programa “científico” del Japón y el derroche de dinero de los contribuyentes, dos de nuestros activistas –Junichi Sato y Toru Zuzuki– se encuentran actualmente procesados en ese país.

Greenpeace fue la única organización que priorizó el trabajo dentro de Japón como estrategia contra la caza de ballenas.

Hoy, luego de 15 años de trabajo, áreas del gobierno japonés están dándonos la razón y existen altas probabilidades de que se eliminen los fondos que financian este programa a partir del año próximo.

En esta historia, muchas ballenas han sufrido, y muchas hemos salvado. Hoy estamos a un paso de concretar un objetivo por el que luchamos por 15 años, fruto del trabajo, el esfuerzo y la creencia de que un mundo mejor para nosotros y las futuras generaciones es posible. Esto fue gracias al esfuerzo de millones de personas que junto a nosotros, comparten la convicción de que aquellas actitudes que dañan al planeta se pueden cambiar.

Milko Schvartzman
Campaña de Ballenas
Greenpeace

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