martes, diciembre 02, 2008

CERRADO POR BALANCE

A esta altura del año comienzan a aparecer, en las puertas de ingreso de algunas empresas, los clásicos cartelitos que informan "CERRADO POR BALANCE". Los habitantes del país no pueden cerrar los accesos de sus casas para abocarse a la tarea de desmenuzar cuantitativamente el "ejercicio anual" de sus vidas, pero sí deberían abrir sus corazones y ver dentro de los mismos cuánto de positivo y/o negativo llevan acumulado en los últimos doce meses. Creo que todos nos sorprenderíamos si hiciéramos cada tanto un balance de nuestras existencias...

Me propuse consultar gran parte de la información, noticias publicadas o difundidas por los medios durante este año que ya se despide, para evaluar la situación general de nuestro país y compararla con "ejercicios" anteriores.

Realmente deprimente, deseperanzador, el resultado de mi búsqueda.

Hallé mucho palabrerío hueco. Discursos sin fundamentos reales. Promesas que jamás se cumplieron. Actos de patoterismo político inconcebibles. Manoseo de la Constitución Nacional y Leyes en general. Abuso de autoridad. Falta absoluta de transparencia en la gestión de gobierno. Incomunicación absoluta de parte de quienes tienen la obligación de informarnos públicamente de sus actos. Mentiras, demasiadas. Escasez de compromiso y lealtad hacia el Pueblo en la actitud general de los legisladores nacionales y provinciales. Y mucha ambición de poder en casi todos los protagonistas políticos de turno, la mayoría de ellos tan "repetidos" como los desastres que nos vienen lanzando por sobre nuestras cabezas año tras año.

¡Nada nuevo bajo el sol!

Las mismas pujas por espacios de poder. Los mismos nombres y apellidos eternizándose en distintas funciones públicas. La misma "sanata". El travestismo a que nos tienen acostumbrados desde que recuperamos la "democracia". Tránsfugas que mudan de partido y "convicciones" como de camiseta o corpiño según sea el caso. Absoluta falta de respeto por la ciudadanía. Y, lo más doloroso, nada, nada de nada, de vocación patriótica.

Posiciones ideológicas, más bien "intereses" sectarios, desplazando groseramente el objetico principal que debería guiar a nuestros políticos: el Bien Común.

"Si me ayudás a hacerme de tal puestito te prometo un buen lugarcito para vos". Más o menos así, con idénticas o diferentes palabras, se conversan las importantes cuestiones nacionales y provinciales. El fin es trepar y luego quedarse para siempre. La Patria... ¿qué es eso?, jamás es considerada prioridad en los planes de este tipo de gente. El año ha tenido y tiene demasiado de estas bajezas.

¿Y nosotros? ¡Bien, gracias! ¡Esperando la carroza!

Poniendo rejas hasta en los baños. Cada vez con menor capacidad adquisitiva y más miedo. Menos seguros, menos alimentados, menos respetados, menos felices. La educación ha dejado de ser Educación, así con mayúscula, para transformarse en un caos que nos arrastra a todos a un abismo sin fondo. La justicia tampoco merece ser escrita con letras relevantes, pues —salvo raras excepciones— es funcional a los caprichos de los "mandamás". Y la crisis energética no es tal, sino una "sensación" como la de inseguridad, una mala interpretación de la realidad que hacemos los habitantes "comunes" de Argentina. El INDEC no miente ni distorsiona, sino que nosotros no aprendimos a comprar donde lo hacen los más altos funcionarios del gobierno. Y otra cosa que en este balance se destaca como una mala palabra: ¡la culpa de todo, lo malo aparecido o por aparecer, la tienen los países poderosos, porque acá se hicieron muy bien los deberes y esas potencias tendrían que aprender de nuestros "iluminados" gobernantes!

¡Puuufff!

Menos mal que mirando a mi alrededor puedo ver a tantos y tantos buenos seres humanos luchando a diario por sostener las paredes resquebrajadas de nuestra Patria. Gracias a Dios los que están en el poder no son mayoría, sino unas minúsculas células de un enorme cuerpo que tarde o temprano expulsará de sí a los tejidos degenerados.

No es el balance el que me da Esperanza, sino la Fe en la Justicia de Dios.

Creo que la Verdad habrá de triunfar por sobre las mentiras y oscurantismos que son herramientas constantes de la gran mayoría de los actuales políticos en funciones. Presiento que entonces el caos dejará de matarnos en las calles o en nuestras casas o lugares de trabajo y que los niños y jóvenes valorarán la importancia de la Educación y la dignidad del Trabajo. Volveremos a ser un Pueblo con mayúsculas, como lo hemos sido en mejores tiempo. Sin lacras. Sin estafadores disfrazados de héroes moralistas. Sin "vendepatrias". Sin asesinos sueltos en las calles. Sin buenos ciudadanos entre rejas. Sin legisladores ni jueces genuflexos. Sin "coimas" ni "cometas" ni "diezmos". Sin enfrentamientos entre hermanos. Sin la terrible tristeza y confusión que hoy nos agobia.

El balance no ha sido bueno, es verdad, pero nos da oportunidad de salir del "acostumbramiento" y hacer algo para que las cosas cambien para bien. Tener en claro qué está pasando nos sirve para corregir lo que sea necesario y acordar, entre todos, qué modelo de país pretendemos para nosotros y nuestra posteridad.

¡Buen fin de año y mejor, mucho mejor y refrescante principio para todos los habitantes de buena voluntad de nuestro amado suelo argentino!

María Elena Campos

(Desde Mendoza, Argentina)

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