DESESPERANZA A LAS PUERTAS DEL 2009

Solo expresiones de deseo, solo frases para darnos ánimo, para ilusionarnos con algo que cada vez se vislumbra más lejano e imposible, solo algo que nos ayude a soportar, a tolerar, la ignominia que nos ofende todos los santos días, rezando que no nos toque ser asaltados, asesinados, despedidos del empleo, que nada les pase a nuestros hijos, etc.
La realidad es que cada vez se aleja más la posibilidad de salir de esto, cada vez más los políticos se están transformando en un feudo con poder de hacer lo que quieren sin costo y sin reacción por parte de la minoría rescatable del pueblo que pretende ser patriota y honesta y volver a tener un país como el que fue alguna vez, el que vivimos cuando chicos, el que soñaron nuestros abuelos y nuestros próceres.
A medida que pasa el tiempo vemos como se van corrompiendo o simplemente desapareciendo, ya sea porque la muerte se los va llevando o porque bajan los brazos, los últimos bastiones, las últimas reservas morales, y quedamos expuestos a la barbarie, a la incultura, a la corrupción, el caos, la desesperanza, la delincuencia, la anarquía, la destrucción de las instituciones, la destrucción de las familias, de los códigos que hacen a la sociedad, en manos de la peor mafia, de personajes indignos y corruptos que nos reescriben la historia, que "formatean" a la juventud creándoles hasta nuevos próceres como el Che Guevara y borrándoles de su mente a San Martín y a Belgrano.
Personajes que bajan línea como Maradona diciendo: "hay que hacer la de uno" (en vez de decir: "hay que hacer la de todos") o "es mentira que San Martín cruzó los Andes, a mí no me lo van a hacer creer", etc.
¿Y los padres?... ¡Ben, gracias!!!
¿Y el pueblo?... Un pueblo hipócrita y sin memoria, un pueblo cobarde y servil, un pueblo cómodo y traidor, capaz de olvidar hasta el pasado reciente y votar diputados ex asesinos; gobiernos que nos saquean e indemnizan a los bancos, que desarman nuestras fuerzas armadas e inventan testigos y causas para vengarse de éstas que derrotaron a los enemigos de la patria (o sea a nuestros enemigos), fuerzas armadas que nos libraron de la "patria comunista" arriesgando su vida más allá de los excesos que hubo y que sí hay que sancionar.
Un pueblo idiotizado que solo mira a Tinelli por TV, escucha y baila cumbia y batucada, que cuando pretendés hablarle de algo trascendente o polémico escapa del debate porque: "dejate de joder mejor hablemos de futbol o de cuantas cervezas te bajaste anoche, de algo más divertido, no me interesa la política y no tengo ganas de escuchar problemas ni de polemizar con vos...".
Un pueblo cada vez más ignorante y en retroceso a fuerza de inmigración ilegal y no planificada de la cual no se puede hablar, ni proponer controlarla, porque se pasa automáticamente a ser un nazi xenófobo o un facho.
Un pueblo cada vez con menos identidad y sin destino, en donde se multiplican descontroladamente los embarazos de mujeres cada día más niñas. Chicas a las que se les ha hecho creer que los "marginales son mejores", por eso muchas de estas adolescentes, a pesar de provenir de familias honradas y educadas, prefieren descender al nivel de los delincuentes y se relacionan íntimamente con ellos, "amontonándose" más que juntándose, viviendo en las peores condiciones.
Estas pibas inexpertas pagan su error de por vida, porque sus "compañeros" las llenan de hijos, las engañan con cuanta mujer pueden, las mandan a laburar, y las arruinan física y moralmente, alejándolas de cualquier posibilidad de felicidad. Así las tratan los "héroes" de turno, el "modelo" de hombre y compañero que se ha impuesto en nuestro país, todos bebedores, fumadores, drogones, incultos, vagos que no tienen donde caerse muertos (y lo que es peor no les interesa). Tipos sin moral ni religión que carecen de instinto paternal y familiar, etc., que representan el extremo para nada aceptable de la sociedad.
Y los chicos decentes, los que estudian, trabajan, son bien educados y tienen proyectos para el futuro, observan azorados, incrédulos, cómo sus compañeras de estudio o trabajo prefieren a los "marginales", a los violentos, a los que no respetan leyes ni justicia alguna. Y esos indeseables, verdadera lacra de la sociedad, se dan el gusto de burlarse y agredir a los pibes honrados que viven dentro de las normas de convivencia. Y durante esos actos de discriminación increíbles, los marginales son apoyados a viva voz y hasta con hechos por las chicas que han sido criadas y educadas en hogares decentes y amorosos.
Mientras, vemos como los viejos y los abuelos, que antes eran una institución y que tenían palabra santa por su experiencia de vida, son hoy solo viejos molestos a los que se los despoja de sus bienes y se los tira en asilos, o los masacra la delincuencia para robarles sus magras jubilaciones.
¿Y qué hacemos? No nos atrevemos a intentar ni lo mínimo. Inmóviles, ni siquiera apoyamos a Blumberg, como en la última convocatoria por la seguridad donde no fue nadie, porque: "es un viejo resentido y ni siquiera es ingeniero...".
En fin, creo que inexorablemente, salvo algún milagro, estamos condenados. Somos un pueblo cómodo y sin "atributos" para salir de esta situación. Tenemos lo que merecemos. Está tan corrompido todo desde las bases y de arriba hacia abajo que no veo luz por ningún lado.
Perdón por ser tan pesimista, pero hoy por hoy es lo que siento. Estoy cansado de las palabras y de las frases. Necesito ver hechos y los que veo no son los que quisiera...
Claudio Santamaría
(Desde Buenos Aires, Argentina)
Etiquetas: OPINIONES, REFLEXIONES